LA PRIMERA CON LA TANERA

Salí con La Tanera. Hacía un día espléndido, caía el sol a plomo y era de esos días que da gusto estar en la lancha, lo de menos es pescar. Aunque a mi esos días no me gustan nada ya que tengo que estar más pendiente del sol en mi piel que de la pesca. Echa  crema, pon el gorro, baja las mangas, tapa las manos esssssssss horroroso.

A la tercera hora de marea se movió el puntero de la caña izquierda, y  le dije a la Tanera que estaba en la proa tomando el sol, “ tenemos una “. A los dos minutos volvió con otro mordisco muy sutil y le dije es un “ TANON “. Eran mordiscos muy sutiles, cogí la caña en la mano y noté como estaba comiendo. Esperé hasta el momento justo y ZAS! clavada. En efecto era un TANON. Me llevó mucho hilo en las dos primeras arrancadas, y me dije: voy a abrir un poco más el freno y traerla despacio, sin prisa. ERROR, era más grande de lo que pensaba, abrí demasiado el freno y pegó una carrera espectacular llevando tanto hilo que lo llegó a destensar y se desengachó. Y yo no di hecho más. Está claro que me ganó la batalla, así que me alegro por ella, ha sido un magnífico rival.

A la cuarta hora de marea comió otra en el cebo perfectamente colocado por La Tanera, la cual es una CRACK . Su colocación es perfecta y tendrías que ver cómo lo hace. Yo me quedo alucinado y le da igual el cebo que sea, “ mucho tengo que aprender aún “. Pero ésta estaba claro que no se me escapaba, aunque no era como la otra, dio una muy buena pelea. Espero que os guste el video pero lo importante ha sido el día que hemos pasado juntos y que rompimos el maleficio, ya que la anterior vez habíamos perdido dos tanas.