Me dispuse a salir al amanecer sabiendo que el día anterior sopló mucho el nordeste, pero normalmente es un viento que suele ser noble conociéndolo un poco. Mi experiencia me dice que desde el amanecer hasta las 11:00 AM deja pescar bien e igualmente en el oscurecer, suele amainar a partir de las 20:00 PM. Pero claro, es meteorología y no es una ciencia exacta.

Ocurrió todo lo contrario. Increíblemente hacía un nordeste terrible en la amanecida, no me dejaba fondear. Necesitaba los dos arpeos, uno por proa y otro por popa de estribor, ¡ nada ¡ ¡imposible !, me metía el cabo por debajo de la lancha. El viento tenía más fuerza que la marea. Saqué el cabo de popa de estribor y lo largué por popa de babor, y en un principio algo mejor estaba, pero cuando entraba la racha de nordeste me movía los plomos y me sacaba unos metros del pesquero. No me quedaba otra que esperar a que el tiro de corriente contrarrestara la fuerza del viento. Era una buena marea, y la embarcación por sí sola se colocaría en la posta, así que era cuestión de espera. ( Termo de café, y unas palmeritas para El Tanero ).

En cuanto se colocó la embarcaíón lancé las cañas y en una de ellas ¡ ZAS ! no tuve ni que clavar ni hacer nada, ella solita se enganchó y ala, a pegarse unas buenas carreras y yo a disfrutar. Y a eso de las 11:00 AM, paró el viento de repente, como si alguien hubiera cerrado una ventana. El mar se quedó como un plato ¡ y en ese momento ! entraron dos buenas tanas más y otras tres de menor tamaño.
Esta entrada se la quiero dedicar a mi pareja LA TANERA, porque no es fácil compartir la vida con un pescador. -La pesca no es un hobby, es un instinto que posee el hombre desde la prehistoria, y yo lo tengo muy desarrollado-.
¡ GRACIAS TANERA !, POR COMPARTIRLA CONMIGO