¡¡Increíble día de pesca!! Pero no por el tamaño de las doradas, si no por las condiciones de fuerte corriente del lugar, la cual aprovechan, y porque fueron dos capturas seguidas.
Hacia un día espléndido, ni una nube y aguas extremadamente claras. Esto me llevó a pensar en usar plomos rojos para que disimularan sobre el fondo, pues muchos sabéis que a mi me gusta más disimular, que atraer.
Llevaba tres horas de pesca y los punteros de las cañas ni se habían movido.
La verdad es que estaba aburrido y cuando me pasa esto, se me da por probar cosas, así que me acodé de la gente de Turkana Fishing los cuales me habían mandado unos plomos fluorescentes de color verde y naranja.
Recogí las cañas para montar uno naranja y otro verde. Lancé el naranja y a continuación el verde. Según tocó el fondo, y mientras el plomo aun venia derivando por la corriente (nosotros le llamamos acantilar), ¡¡ ZAS !! La primera de ellas, clavó sola, no tuve que hacer nada, salvo disfrutar de su pelea, ya que en ese momento la corriente era muy fuerte y parece que traes una de 6 kilos. Pero cuando estaba disfrutando de su pelea, noté un toque en la otra caña, la del plomo naranja. Rápidamente la cogí y la puse en el cañero. En ese momento yo tenía la adrenalina doblemente disparada, y cuando vi que seguía comiendo, me dije a mi mismo: - Tranquilo, si hay suerte, clavará sola... es mejor dejarla comer. Cambié la caña para el otro cañero, ya que la dorada que traía se dirigía hacia la linea de la que estaba comiendo. En esos momentos, sin prisa pero sin pausa, apuré un poco la pelea, para meterla en la sacadera. Esta debía estar libre para poder sacar la que todavía estaba comiendo. Liberé la sacadera, cogí la caña del cañero ¡¡ ZAS !! Otra vez, clavada brutal y a disfrutar nuevamente de las carreras y del combate con estos magníficos peces.
Para mi es increíble que con tres metros de fondo y mirándose el lecho marino, hayan funcionado los plomos fluorescentes, pero aún tuve dos picadas más, después de sacar esas dos seguidas. Seguro que las perdí por mi culpa, pues una de ellas no me decidí a darle el cachete y la otra la clavé y se liberó por el camino.
Aunque yo sé que mis manos ya no estaban para mucho más. Las tenía doloridas y muy, muy cansadas. Así que aún sabiendo que podría haber capturado alguna más, me retiré para casa. Tengo que ser consciente de mis limitaciones antes de hacerme daño.
Y la valoración de los plomos fluorescentes, pues lo dejo para que vosotros mismos juzguéis. Yo estoy seguro que pescaré más veces con ellos, porque en un principio era bastante reacio a usarlos, y sin embargo me funcionaron muy bien en estas condiciones.
Y la valoración de los plomos fluorescentes, pues lo dejo para que vosotros mismos juzguéis. Yo estoy seguro que pescaré más veces con ellos, porque en un principio era bastante reacio a usarlos, y sin embargo me funcionaron muy bien en estas condiciones.
ME VOY UNOS DÍAS A LAS DORADAS, ASÍ QUE A MI REGRESO CONTESTARÉ A TODOS VUESTROS COMENTARIOS.
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